La cándida es un tipo de hongo que vive naturalmente en el cuerpo humano.
Está presente en la piel, en la boca, en el intestino… y en equilibrio, no suele causar molestias.
Pero lo que pocas personas saben es que también puede entrar desde el entorno — ya sea por contacto con superficies contaminadas, alimentos mal conservados o incluso por animales domésticos.
Y cuando se instala en un cuerpo debilitado o desequilibrado, empieza a manifestarse de formas que muchas veces no asociamos entre sí:
– Lengua blanca al despertar
– Antojos intensos de pan, harinas o dulces
– Picazón en el cuero cabelludo o zonas húmedas de la piel
– Gases, hinchazón o digestión pesada
– Cansancio que no se va con el descanso
Muchas personas tratan cada síntoma por separado…
pero la raíz, en muchos casos, es la misma: una cándida fuera de control.