Durante años, pensé que era algo puntual.
Una infección cada tanto. Un poco de picazón, algo de flujo, tal vez estrés o las hormonas…
Pero volvía. Y volvía. Y volvía.
Fui al médico. Me recetaron lo mismo de siempre: óvulos, cremas, antibióticos.
Lo usaba. Mejoraba por unos días.
Y luego… otra vez.
Empecé a pensar que era yo.
Que algo andaba mal con mi cuerpo.
Y lo peor: no podía hablar de esto con nadie sin sentir vergüenza.
Pero un día, leyendo en silencio, me topé con algo que nadie me había explicado:
"Cuando la cándida crece desde adentro, la infección siempre vuelve.”
No era solo un problema externo.
Era un desequilibrio interno… silencioso… que nadie trataba realmente.
Fue entonces cuando decidí hacer algo diferente.
Empecé a tomar NutriMax – aceite de orégano con semilla negra.
No era una pastilla mágica. Pero con el tiempo, empecé a notar algo distinto.
❌ Menos molestias.
❌ Menos ansiedad.
✅ Más equilibrio.
Me sentí fuerte. En control. Limpia desde adentro.